"La absolución del culpable es la condena del juez".
Publio Sirio
Pienso que se podría realizar una invitación al juez Garzón, al novedoso programa de televisión al que acudieron Zapatero y Rajoy. Su deseos de notoriedad mediática, que incluso le lleva últimamente a realizar notas de prensa, haría improbable que rechazara esta invitación. Hay cien preguntas que podríamos realizar al juez estrella, sin llegar a la adulación que el tuvo, cuando las formuló a Felipe González, del cual formo parte de sus listas como número dos, hasta regresar al poder judicial.
Por ejemplo, saber por qué se dejó de traducir desde seis meses antes de la masacre del 11M, las más de doscientas cintas grabadas a islamistas que él mando realizar. O saber si en el tema de las Herriko tabernas, en la que una vez se mostró inflexible, se ha producido una dejación de funciones que ha permitido que medio centenar de estos sistemas de financiación del terrorismo, vuelvan al círculo etarra. Más recientemente, queremos saber como la última marca blanca de Batasuna, ANV, no está tan sucia como parece.
Parece que el periplo americano de Garzón ha traído nuevas ideas en el ejercicio de su magistratura. Así llegó con su prédica sobre la interpretación de las leyes, en función del signo político actual.
Aunque le dedique tiempo para visitar países a recoger premios o a diversas otras acciones accesorias al cargo que ostenta, resulta que en su función primordial como es el cumplimiento del imperio de la Ley , Garzón esta practicando el funanbulismo jurídico. El veredicto de muchos ciudadanos hacia su labor, es de la más absoluta indignación.
PUBLICADO EN CARTAS AL DIRECTOR DE LA RAZÓN Y EL MUNDO (1-05-07)
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