Han sido muchas mañanas las que he tenido que aguantar durante tres años, el tráfico producido por las obras de la M-30, así como desesperantes retenciones de vuelta a casa. Levantado el telón, podemos disfrutar al fin de ello.
No será el bálsamo de Fierabrás que evite todos los atascos, consustanciales por otro lado, en un parque automovilístico tan grande como el nuestro. Pero la red viaria madrileña ha mejorado y mucho, gracias a esta obra, con la que uno necesita familiarizarse para conocer todas los posibilidades que ofrece. Particularmente en mi caso, gracias al Bypass sur, no tengo que pasar por el centro de Madrid ni esperar ningún semáforo, para ir de una punta a otra del municipio. Semáforos, que por cierto, fueron planteados su uso dentro de la M-30, por la anterior candidata socialista, Trinidad Jiménez.
Los túneles, modernos y seguros, han abierto nuevas arterias a la ciudad por debajo de su superficie. Pero no hemos sido los conductores los más beneficiados. El soterramiento de grandes tramos de autopista, recupera zonas verdes para el vecino que sufrió durante décadas, los malos humos de nuestros coches. Viendo el resultado final, y dejando atrás los enfados matutinos por los atascos, uno piensa que la espera mereció la pena. Mis agradecimientos a todos los que participaron en su construcción.
14.5.07
M-30: MERECIÓ LA PENA
PUBLICADO EN CARTAS AL DIRECTOR DE LA RAZÓN (14-05-07)
Escrito por Burke a las 12:30 p. m.
Etiquetas: Madrid
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