Parece que para seguir a Miguel Sebastián, tenemos que seguir los programas del corazón, más que el suyo propio, de la playa en el Manzanares, la conexión a Internet gratuita y el tranvía del XIX en el siglo XXI. El paracaidista de Minessota, tiene problemas desde que saliera a la luz la lujosa cena de Arenillas y el tráfico de influencias del clan intermoney, creyendo que un retiro de 48 horas le absolviera de las sospechas, que Manuel Conthe subrayara hace unos días.
Así que viendo que sus expectativas de votos son estrepitosas, ha decido dejar de hablar de Madrid, de lo cual tampoco sabía mucho, y ponerse a hablar de la operación Malaya y la posible relación del Alcalde con una de sus imputadas, enseñando una foto en el debate, por si alguno que no se ha visto el programa de Salsa Rosa y no sabe de que va el tema.
Ahora resulta que el puritanismo, tan criticado en muchas ocasiones por la izquierda, es usado por ellos de la manera más zafia que uno pueda imaginarse. A los madrileños y a los españoles en general, les importa poco la vida privada de los políticos y menos los rumores de determinada prensa. Son los hechos y los proyectos el camino que seduce al electorado, y no cambiar de acera para alimentar insidiosos rumores que no llevan a ningún lado.
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