27.1.07

LA CARCEL Y LOS MISERABLES



"Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza".
Baltasar Gracián (1601-1658) Escritor español.

En la novela de Los Miserables, el personaje central, Jean Valjean, pasa por robar una hogaza de pan, a cumplir más y más penas y a envilecerse durante su larga estancia en la cárcel.

Si Victor Hugo viajase a nuestra época, se sorprendería de como ha cambiado el sistema penitenciario, o pensaría aquello que dijo su paisano Blas Pascal, de que la verdad es distinta a un lado y otro de los Pirineos. A menudo se oye que en otros países, la vida vale poco, tal y como comprobamos cuando sus mafias actúan aquí. Sin embargo, somos nosotros los que la valoramos poco, cuando se aplican penas tan cortas, por acabar con un ser humano. La laxa regulación del aborto, la paternalista y torpe Ley del Menor, o el caso Farruquito, son muestras de esta grave situación que devalúa la propia vida.

Pero hasta el fallo del pleno de la Audiencia Nacional y con la posible excarcelación de uno de los etarras más sanguinarios, parecía que iba a cumplirse el "más difícil todavía". Que un pistolero con veinticinco asesinatos en su haber, ganase el chantaje al Estado con una huelga de hambre. De Juana, que ya era un miserable antes de entrar en la cárcel, no ha sufrido arrepentimiento en su conducta como demostraban sus chanzas a las víctimas por cada atentado realizado por sus colegas pistoleros. El fallo de la Audiencia Nacional, seguirá retirando de la sociedad a este psicópata, cuya última operación pretendía hacer desde la propia carcel. Enhorabuena por la decisión judicial.
PUBLICADO EN CARTAS AL DIRECTOR DE ABC (29.01.07)