"Ser capaz es ser útil, ser incapaz es ser algo menos."
Proverbio venezolano.
Si alguno de los ministros de ZP, lleva tiempo en la picota y con bajos índices de superioridad, ese es Moratinos. El hecho de que cuando deje sus funciones actuales, tenga prohibida la visita a Israel, hace sugerirnos, que su gestión previa como representante de la Unión Europea en el conflicto árabe-israelí, no estuvo marcada por una equidistancia entre las posiciones.
Entre los desatinos del ministro, esta el haber acusado al gobierno anterior, de apoyar una rebelión contra Chaves. Algo que ya hubiera hecho merecer su dimisión, aunque parece que nos tendremos que esperar, “after the Rocío” del final de la legislatura. Fue además poco diplomático, por hacerlo además en un programa de televisión y quebrar el principio básico de unidad en nuestras relaciones exteriores.
Bajo su ministerio, se ha pasado del eje democrático atlántico, al populista andino-caribeño. Aunque las persecuciones entre pasillos, del ministro a Condolenza Rice para obtener una reunión o una foto, han sido lamentables. Hemos vuelto a un corazón de Europa, del que nunca nos fuimos, pero cuyos representantes se sienten más a gusto con nuestro seguidismo al eje franco-alemán.
Este ministro, es capaz de irse de gira africana, cuando se negociaban los dineros europeos. Aunque no es de extrañar su comportamiento, si su jefe es capaz de estar más de cien días sin salir de España.
Turquía, Irán o Marruecos, son hoy, socios privilegiados para llevar a cabo la Alianza de Civilizaciones. El último paso, es cargarse dos tercios del temario de la oposición al cuerpo diplomático, para que los futuros funcionarios, tengan en cuenta esta visión zapateril de las relaciones exteriores. Y a ser posible, que sean estos, los alumnos del Master de Peces-Barba.
Con Moratinos nos pasa como cuando llegamos tarde a una fiesta y los demás están en un estado de gracia etílica, que hace que no entendamos su sentido del humor. Nos hace falta un lingotazo de Referéndum Plus y Burdeos, para entender su estrategia, en nuestras relaciones exteriores. O mejor todavía, un botellón.
Entre los desatinos del ministro, esta el haber acusado al gobierno anterior, de apoyar una rebelión contra Chaves. Algo que ya hubiera hecho merecer su dimisión, aunque parece que nos tendremos que esperar, “after the Rocío” del final de la legislatura. Fue además poco diplomático, por hacerlo además en un programa de televisión y quebrar el principio básico de unidad en nuestras relaciones exteriores.
Bajo su ministerio, se ha pasado del eje democrático atlántico, al populista andino-caribeño. Aunque las persecuciones entre pasillos, del ministro a Condolenza Rice para obtener una reunión o una foto, han sido lamentables. Hemos vuelto a un corazón de Europa, del que nunca nos fuimos, pero cuyos representantes se sienten más a gusto con nuestro seguidismo al eje franco-alemán.
Este ministro, es capaz de irse de gira africana, cuando se negociaban los dineros europeos. Aunque no es de extrañar su comportamiento, si su jefe es capaz de estar más de cien días sin salir de España.
Turquía, Irán o Marruecos, son hoy, socios privilegiados para llevar a cabo la Alianza de Civilizaciones. El último paso, es cargarse dos tercios del temario de la oposición al cuerpo diplomático, para que los futuros funcionarios, tengan en cuenta esta visión zapateril de las relaciones exteriores. Y a ser posible, que sean estos, los alumnos del Master de Peces-Barba.
Con Moratinos nos pasa como cuando llegamos tarde a una fiesta y los demás están en un estado de gracia etílica, que hace que no entendamos su sentido del humor. Nos hace falta un lingotazo de Referéndum Plus y Burdeos, para entender su estrategia, en nuestras relaciones exteriores. O mejor todavía, un botellón.
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