Llegué justo de tiempo. Pero afortunadamente, el desplazarme en moto por Madrid, me permitió ahorrame el atasco y llegar hasta Colón sin problemas. Me había equipado con los utensilios de "manifa".
Botella de agua: 0,40 euros
Bandera de España: 10 euros
Gorra: 15 euros
Pancarta casera: 1 euro
Pedir que se sepa la verdad del 11M y que no se negocie en nuestro nombre con asesinos: no tiene precio.
Y en esas estamos, ya por cuarta vez otra manifestación millonaria contra la negociación con terroristas. Pero a ZP le dan igual los millones. Sean de tres millones de firmas contra la LOE o cuatro millones por pedir un estatuto en el que todos opinemos. Los únicos millones que tiene en cuenta el presidente, son los que les perdonan las cajas de ahorro y los bancos, al Partido Socialista.
Lo que pervive en estas manifestaciones, es el espíritu de Ermua. Aquella ejecución de Miguel Ángel Blanco, que llevó a todo un país a movilizarse. Paralelamente, por parte del gobierno, sobrevive el espíritu de Constantino, el delegado del gobierno cesado, ya que se siguen dividiendo los manifestantes entre cinco. Aunque por reducir cifras, hubo un periódico que bajo todavía más y cifró en 200.000 el número de asistentes
Ante este clamor, uno espera que se busque el consenso entre todos, porque nadie puede imaginar que si la situación fuera la opuesta, hubiera millones de españoles exigiendo que el gobierno negociara con asesinos. Pero Zapatero lo ignora. Prefiere atarse al mástil y llevarnos al abismo, aunque a diferencia del héroe griego, él ha confundido quién produce el canto de las sirenas. La nave no se gobierna, pero hay millones de españoles que no aceptamos esta deriva, directo a chocar contra los arrecifes de ETA.
En esta manifestación tuve la oportunidad de saludar a buenos amigos del periodismo digital y conocer entre otros, a mis queridos "jefes" de Radio Punto Liberal, Maggie, Santi. Un pedazo de programa que aparecerá la próxima semana, con entrevistas muy interesantes.
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