VIAJE EN EL TIEMPO

Se ha abierto la veda a los exhumadores de cadáveres, que pontifican la necesidad de roturar de nuevo la tierra, para sembrar discordia con ánimo revanchista. Para desenterrar a nuestros muertos y leer en sus huesos, como si fueran posos de té, no el futuro, si no el pasado de una arcadia perdida, llamada II República. Para rapiñar sus restos, como botín de memoria histórica. Para juzgar a algunos vivos de hoy, por lo que hicieron los muertos de todos.

No vale nuestra constitución democrática, por ser de origen franquista. Ni vale nuestra vetusta bandera, pues el lila, es más moderno y se lleva mucho desde que el prócer monclovita, vino a rescatarnos de nuestra amnesia histórica. Ni valen los historiadores, que no desfilan al paso de oca de las corrientes canónicas.

Me gustaría pensar que esto es una pesadilla. Pero llevamos dos años y medio, y la sociedad no despierta. Y si alguien despertara, que no se preocupe: ya no se llevan los relojes de cadena para la práctica de la hipnosis. Con que se prescriban unos tomos de Educación para la Ciudadanía, sellados por el BOE, se obtiene poderosos efectos sedantes, para varias generaciones. Adminístrese una vez, cada curso lectivo.