5.11.06

ELECCIONES Y ESTATUTOS

"La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema".
Woody Allen


Entre las elecciones catalanas y el estatut andaluz, está semana ha sido de gran intensidad, en nuestra arena política.

Por un lado, el nuevo parlamento catalán, muestra una derrota de la apuesta personal de Zapatero y un ligero descenso en escaños, que no en votos, del Partido Popular en Cataluña. Una nueva fuerza política ha aparecido en el escenario, situándose con tres escaños. Doctores tiene la Iglesia y sociólogos habrá, que establezcan de donde vienen los votantes de Ciudadanos de Cataluña. Izquierda y derecha no nacionalista, así como abstencionistas desencantados, parecen los caladeros de votantes. Otra cosa es, saber en que proporción han sido.

Al igual que a muchos, a mí, esta formación, me ha causado cierta simpatía. Savia nueva, formas desenfadas y una lucha contra todos (medios y partidos), que se ha saldado con un éxito para ellos. No se si Montilla tendrá razón en aquello de que no tienen programa, pero la osadía de frases, como aquella de Arcadi Espada, de que su objetivo era eliminar al nacionalismo de la vida pública, calan más que un tocho programático. También han surgido las críticas por el PP, marcando diferencias de cara a su electorado. Así, Sirera y Piqué, han manifestado que ellos representan a un humanismo cristiano. Sin embargo, desde FAES se apoyó una sustitución de "humanismo cristiano" por "humanismo de tradición occidental" en los estatutos del partido y uno de sus gurús, ha insistido en apoyar visiones laicistas. Algunos recuerdan a Santa Bárbara sólo cuando llueve. En los goznes de la derecha española, la democracia cristiana ha sido el eslabón debil, chirriando cada vez más. A veces parece que Mayor Oreja, es el último demócrata cristiano que nos queda, alejado en Bruselas, donde abundan compañeros de su formación, que en otros países, no optan por el eufemismo o el silenciamiento de sus raíces.

No he hecho el ejercicio abstracto de imaginar si les votaría, por residir en Madrid y no tener el problema del nacionalismo. Aunque a veces, es inteligible, que ciertas insatisfacciones, pueden seducir a más de uno al cambio de voto.

Y hablando de insatisfacciones, surge el tema del Estatuto Andaluz. Se ha usado banalmente el argumento de que el PP estaba sólo, y no se si se ha creido este partido la luz de gas que le han hecho. No se si el hambre de balón de la suplencia, le ha hecho al PP salir al campo y marcar un gol en propia meta, con tal de tocar bola. Servidor estuvo como voluntario recogiendo algunas de esas cuatro millones de firmas y calándose los huesos en días de lluvia, para decir que España es una nación y que si algo de eso se quiere cambiar, se tendría que hacer con el consentimiento de todos, reformando nuestra Constitución. Ahora la semántica nos sorprende a todos y no sé, cuando las "lineas rojas" se convierten en algo "anecdótico".

Espero que el resultado de las catalanas, sea una banderilla de fuego para el PP. Al menos, deseo que siga defendiendo un discurso nacional, con coherencia en cada región de España, que pese a lo que se escriba, no cambia su naturaleza de ser una nación.