Si todos tenemos la posibilidad de que se nos cercenen nuestros derechos, es en el caso de la infancia, donde la fragilidad, se nos muestra más claramente. Hay en el mundo niños que se les ha robado su niñez: niños soldado, niños esclavos, niños explotados sexualmente.
En nuestros países, los niños tienen más suerte que en otras parte del planeta, pero no por ello, dejan de estar sometidos a riesgos. La manipulación por un consumismo del que todos somos diana o la intromisión del estado en su educación, son muestras de este gran peligro. Son los padres quienes han de proteger a sus hijos de estos hechos y aunque más de uno necesitaría ser educado para ser educador, no se puede permitir que a capricho de quien gobierna, se pueda establecer determinados aspectos que sólo deben pertenecer al ámbito privado. Si un 80% de los padres españoles, desean que sus hijos pueda estudiar Religión, no se puede sustituir por el engendro laico de la Educación para la Ciudadanía. Ni repartiendo folletos de educación sexual a los niños, donde se establezca la experimentación de la homosexualidad, como una opción más, tal y como se hizo para centros educativos de Castilla La Mancha.
No ayuda tampoco la perdida de la disciplina en una reforma educativa, donde se van a ir pasando de curso con más "cates" que un campo de calabazas. Ni que decir de la denostada figura de los profesores, antes llamados maestros y que se está convirtiendo en una profesión de más alto riesgo, que los transportistas de mercancías peligrosas. Un consenso, se hace necesario en esta materia, para no ponernos un cero en educación.
Emitido en Radio Punto Liberal. nº 29
En nuestros países, los niños tienen más suerte que en otras parte del planeta, pero no por ello, dejan de estar sometidos a riesgos. La manipulación por un consumismo del que todos somos diana o la intromisión del estado en su educación, son muestras de este gran peligro. Son los padres quienes han de proteger a sus hijos de estos hechos y aunque más de uno necesitaría ser educado para ser educador, no se puede permitir que a capricho de quien gobierna, se pueda establecer determinados aspectos que sólo deben pertenecer al ámbito privado. Si un 80% de los padres españoles, desean que sus hijos pueda estudiar Religión, no se puede sustituir por el engendro laico de la Educación para la Ciudadanía. Ni repartiendo folletos de educación sexual a los niños, donde se establezca la experimentación de la homosexualidad, como una opción más, tal y como se hizo para centros educativos de Castilla La Mancha.
No ayuda tampoco la perdida de la disciplina en una reforma educativa, donde se van a ir pasando de curso con más "cates" que un campo de calabazas. Ni que decir de la denostada figura de los profesores, antes llamados maestros y que se está convirtiendo en una profesión de más alto riesgo, que los transportistas de mercancías peligrosas. Un consenso, se hace necesario en esta materia, para no ponernos un cero en educación.
Emitido en Radio Punto Liberal. nº 29
|