LISTAS ABIERTAS

A cierta distancia de las futuras elecciones municipales y autonómicas, me gustaría señalar un tema que apenas tendrá trascendencia, en el argumentario programático, ya en plena campaña oficial. La democracia española, desde sus inicios y por miedo a una involución, ha restringido la participación ciudadana. Hoy en día la sociedad tiene mayoría de edad para decidir en temas, como la posibilidad de elección en las listas electorales. Meses antes de las citas con las urnas, se confeccionarán las listas en las sedes de los partidos. Algunos irán por circunscripciones distintas a las suyas y la mayoría de estas listas, estarán formadas por nombres desconocidos entre su electorado.

Las elecciones al Senado, son las únicas que ofrecen una mínima opción de combinar los candidatos, a elección de los ciudadanos. Las listas abiertas, constituyen una medida necesaria, para fortalecer la relación entre electores y representantes, en lugar de promover la cooptación de clanes, barones y candidatos, por méritos internos ante la dirección del partido. Como ejemplo, me costaría imaginar la aprobación del Estatut en las Cortes Generales, con el voto a favor, de quienes han sido elegidos, en regiones claramente perjudicadas por este blindaje estatutario.

Sin duda estos debates serían más interesantes para la ciudadanía, que abrir melones constitucionales.